viernes, 30 de mayo de 2014

"Todo lo que es voz a mí me fascina"


"Todo lo que es voz a mí me fascina"
Entrevista con Mireya Mendoza


Mireya Mendoza es actriz de doblaje, cantante y locutora con 15 años de experiencia en el medio. También es la vocalista de Driven, un grupo de Rock. Entre sus trabajos de doblaje más recientes se encuentran las voces de Gwen Stacy en Amazing Spider-Man 2 y de Nadya (Tina Fey) en Los Muppets 2: Los más buscados. Sólo basta echarle un vistazo a su increíble y extenso currículum para comprobar que Mireya ha trabajado en los más diversos rubros: desde series televisivas y películas (tanto animadas como con actores) hasta animes y videojuegos.

Mireya Mendoza estudió la licenciatura en Comunicación, una carrera que al ser tan ecléctica le permitió aprovecharla en los distintos ámbitos de su vida profesional, incluso  le ha servido para ayudar en el diseño de portadas de los álbumes de Driven.

Su carrera comenzó de manera oficial en Buffy, la cazavampiros, donde interpretó a Tara Maclay, un personaje secundario. Antes de tener este papel hizo audiciones para cantar openings (canciones de inicio) de anime. Ése fue el día no en el que ella descubrió el doblaje, sino cuando el doblaje la encontró a ella.

“No sé cómo explicarlo. Alguna vez con la princesa Tiana [personaje principal de la película La Princesa y el Sapo] me pasó que una amiga habló por teléfono y me dice “Es que mi sobrina quiere hablar con la princesa” y yo (Risas) “O.K. A ver, pásamela”. Entonces hablé con la niña y yo hablaba como si fuera la princesa, y la niña no pensaba que estaba hablando con una actriz de doblaje, pensaba que estaba hablando con la princesa. Incluso fue muy chistoso porque la princesa cocina, y yo le pregunté a la niña si le gustaba cocinar y quedamos que un día ella me iba a preparar un sándwich, que es lo que ella sabía preparar.

“Y después mi amiga me dijo “Oye, es que fue a la casa y te dejó un sándwich porque iba a venir la princesa a comerse el sándwich que ella había preparado”. Entonces un poco así me pasó con el doblaje. Era demasiado mágico y nunca me puse a pensar que detrás de eso que yo estaba viendo en la pantalla había un actor de doblaje.”

Mireya se desempeña en el ámbito musical desde los 13 años, por lo cual ya contaba con entrenamiento vocal y cuando conoció el doblaje empezó a aprender técnicas propias de esta labor. Su educación pasó de teórica a práctica cuando empezó a hacer sala todos los días, cuatro horas diarias y durante muchos, muchos años.

Hacer sala es cuando un entusiasta del doblaje va a los estudios de grabación a conocer cómo es este oficio en la vida real. Desde ahí se van conociendo contactos y, quién sabe, hasta te podrían considerar para algún papel pequeño. Ser constante, respetuoso, tener cierta sensiblidad emocional y las relaciones públicas son esenciales en el doblaje para dar a conocer tu trabajo y para recibir ofertas de empleo.

Un día normal en la vida de un actor de doblaje suele empezar entre las 8 y las 9 de la mañana (los horarios dependen del estudio y del director del proyecto). El resto de la jornada dependerá del tipo de actor que se trate – si en ese momento sólo se tienen personajes secundarios o si se interpreta a un protagonista en un programa recurrente – y del momento en cual se encuentre su carrera.

La agenda de un actor de doblaje se arma en el día a día dependiendo de la cantidad de trabajos y tomando el tiempo que toma el trayecto entre un estudio y otro. Mireya procura regresar a su hogar antes del anochecer para su entrenamiento vocal. Nunca se cansa de aprender.

Las rutinas dependen de cada quien, ya que hay actores que llegan a terminar sus jornadas de trabajo a las 11 de la noche. Ésta es una característica inherente de esta labor: la flexibilidad del horario. (La cual no siempre es cómoda, ya que hay veces en las que toca trabajar hasta en días festivos. Hasta durante la luna de miel te buscan para chambear.)

Mireya se encuentra en la única especialidad de doblaje en la cual no se sabe qué se va a hacer sino hasta que llegan al estudio – lo cual a ella le parece muy padre –. Si se trata de interpretar a un personaje nuevo, el director se encarga de dar un breve contexto y perfil del personaje. Después, Mireya recomienda ver una escena para estudiar cómo habla el personaje, cómo se mueve, cómo actúa, qué color de voz tiene. Después se realiza un ensayo con un guión ya traducido. Lo ideal es grabar al primer intento, pero de no ser así, se tienen un par de intentos extras.

Cada actor de doblaje cuenta con diferentes habilidades las cuales se pueden utilizar en las diversas ocupaciones de la voz, como locución radiofónica, imagen o locución comercial. Y cada actor le agrega un poco de su personalidad a cada personaje que doblan, además de la actitud intrínseca del mismo. Es importante contar con la capacidad de hacer algo actoral y vocalmente distinto en cada proyecto para ser versátil y evitar que cada personaje suene igual al anterior.

Hay actores con voces muy particulares – como la de Mario Castañeda –  que a pesar de ser fáciles de reconocer, saben cómo trabajar para escucharse diferente en cada propuesta, para lo cual se requiere de compromiso y talento. Mireya considera que su voz le ha dado la capacidad de mimetizarse.

“La técnica del doble no nada más es hablar. También por eso se ha perdido el valor de lo que hacemos, porque la gente piensa que nada más es hablar y en realidad son varias disciplinas que convergen. Tienes que ser actor, tienes que conocerte físicamente, saber exactamente qué están haciendo tus cuerdas, cómo está trabajando tu laringe, cómo estás respirando, cómo estás apoyando…”

Una de las dificultades a las que deben hacer frente los actores de doblaje – y que a veces no se suele percibir – es a las lagunas que existen en la legislación mexicana en cuanto a este oficio. Con leyes obsoletas e incluso inexistentes, no existe un marco jurídico que proteja al 100% a estos actores.

Si bien en la Ciudad de México se encuentran afiliados a la Asociación Nacional de Actores (ANDA) O al Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de Televisión y Radio (SITATYR), en el resto de la República no existen instituciones que se encarguen de hacer valer los derechos y obligaciones de los actores de doblaje.

Al hablar acerca de su incursión en otros trabajos de la voz diferentes a los que suele realizar – como la producción radiofónica -, Mireya comentó: “Desde mi apreciación, si a alguien le apasiona más hacer esto que yo estoy haciendo, mejor que venga esa persona y lo haga. Porque la satisfacción que yo siento cuando estoy haciendo doblaje o cuando estoy cantando o cuando estoy dando pláticas, es una satisfacción que no cambiaría por nada del mundo. Y si alguien ama más eso que yo y lo hace igual o mejor que yo, que venga y lo haga”. Mireya considera que para la gente con talento siempre hay espacios.

Mireya es una persona muy agradable, alegre y conversadora. Su voz refleja inmediatamente su quehacer al estar llena de matices y expresividad. Escucharla hablar es divertido y cautiva la atención.

Algunos de sus (muchos) personajes favoritos de doblar fueron aquellos que le dejaron enseñanzas. Como Kaname Chidori del anime Full Metal Panic? Fumoffu, que le demostró lo fuerte y loco que puede gritar. O Scarlett Johansson en el filme Her, donde pudo experimentar tanto con sus capacidades vocales y como con técnicas del equipo de grabación.

La entrevista tenía una duración estimada de media hora y se alargó hasta la hora con 20 minutos. Aunque más que una entrevista fue una conversación, durante la cual no dejó de demostrar el sentido humano que posee y la visión de una ideología bien definida que da a relucir el compromiso y la pasión que siente hacia su vocación.



“Últimamente que estoy aprendiendo cosas nuevas en mi vida, me doy cuenta que yo tengo que ir por el mundo con mucha humildad pero también con mucha dignidad. Porque así como hay gente que hace las cosas mejor que yo, yo también lo hago bien.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario