domingo, 20 de octubre de 2013

Metal Azteca (Parte 1)

Nota: Metal Azteca es un reportaje para la universidad que hice acerca del Heavy Metal en México. Pero pasó algo: la primera versión que hice estaba más enfocada a la historia - al pasado - y yo no sabía que eso no tiene interés periodístico como tal. Entonces lo tuve que escribir de nuevo, jaja.

Así que aquí primero les comparto la versión 1.0, la que está más enfocada al pasado. La entrada siguiente será la versión 2.0, que es la que abarca lo más actual.



METAL AZTECA
Reportaje acerca del Heavy Metal actual en México
por Pandora


“No voy a oír más quejas, hoy quiero mi libertad.
Voy a volar muy alto y las cadenas cortar.
Problemas y más problemas,
hoy no los voy a escuchar.
Sé que esta noche es nuestra
y te tengo que conquistar”

Rompiendo Cadenas – Cristal Y Acero


México es un país metalero. Pero debido a diversos factores – como la falta de apoyo por parte de los medios masivos de comunicación e incluso los prejuicios que existen hacia este género – se trata de una escena musical que no ha podido desarrollar todo su potencial de manera libre y sin discriminación.

Según la lista Billboard publicada en la semana del 23 de marzo del 2013, entre las diez canciones más escuchadas en la radio figuran temas de la Banda el Recodo de Cruz Lizárraga, Intocable, La Arrolladora Banda El Limón de René Camacho, Pesado… por mencionar algunas. Ejemplos como el anterior dan una idea de las tendencias musicales que más se siguen en México. Y, siguiendo esta línea de pensamiento, el Heavy Metal se encuentra en el lado del todo opuesto a ellas.

Es pertinente hacer la observación de que, si bien el uso de las nuevas tecnologías para la información ha logrado ofrecer un campo para el apoyo de la música alternativa e independiente, escribir acerca de las raíces del Heavy Metal – y sobre todo del mexicano – no es una tarea sencilla.
Fijar el punto exacto de inicio de cualquier género musical es complicado, ya que abundan las diferentes opiniones tanto de expertos como de seguidores. Es así como se pueden encontrar diversos textos, lecturas, entrevistas e incluso videografía acerca de los orígenes del Heavy Metal, pero cada uno con sus puntos coincidentes y disyuntivas. Es con esas coincidencias como se puede conocer una historia general acerca de lo que sucedió.




I am Iron Man

¿Qué es el Heavy Metal? Es un género musical derivado del Rock, entre cuyas características principales se encuentran el uso de instrumentos distorsionados, solos de guitarra y voces que van desde los límpidos agudos hasta las vociferaciones guturales, todo en conjunto para crear un sonido potente y agresivo. Este género se vio nacer en Inglaterra y Estados Unidos, pero en la actualidad se puede encontrar en prácticamente cualquier parte del globo.

Existen infinidad de versiones acerca de cuál banda o bandas fueron los padres del Heavy Metal; se habla de Iron Butterfly, UFO, Alice Cooper… Incluso hay quienes sostienen que el tema Helter Skelter de The Beatles fue la primera canción con indicios de Metal. Pero la mayor rebanada del crédito se la reparten entre Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath. Siendo éstos últimos los que se llevan el tercio más grande.

Black Sabbath es una banda proveniente de la Inglaterra de 1969. Son considerados los creadores por excelencia del Heavy Metal ya que ellos reúnen los elementos más característicos del género, como son el uso de canciones basadas en riffs (conjuntos de notas que se repiten a menudo dentro de un tema musical) a volúmenes extremos y letras que evocan temas demoniacos y oscuros.

Desde ese momento, el Heavy Metal no dejó de evolucionar: se expuso a una serie de mutaciones y se ramificó en los diversos subgéneros que ahora posee y que se siguen generando. Durante la segunda mitad de 1970 surgió la llamada New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM) que aportó un nuevo tipo de energía al género con legendarias agrupaciones como Judas Priest, Iron Maiden y Saxon.

La década de los ochentas trajo consigo un abanico de nuevas posibilidades; todas ellas muy variadas entre sí pero manteniendo la esencia de lo que es el Heavy Metal. Aparecieron, por mencionar algunos ejemplos, el Thrash, con su rapidez y su agresividad; el Glam, con sus pegajosas melodías con influencia del Hard Rock y el Pop; el Death, con el uso de guturales y guitarras altamente distorsionadas; y el Black, también con un sonido distorsionado y con una fuerte postura anti-religiosa.

Y también fue durante el año de 1980 cuando el Heavy Metal llegó a tierra mexicana.




Lluvia de Metal

El panorama mexicano durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (presidente de México de 1982 a 1988) mostraba un futuro y un presente marcado por la incertidumbre y la crudeza de la situación, tal y como lo expresó durante su discurso de toma de posesión:

“México se encuentra en una grave crisis. Sufrimos una inflación que alcanza este año casi el 100% […] Tenemos una deuda que alcanza una proporción desmesurada, cuyo servicio impone una carga excesiva al presupuesto y desplaza recursos de la inversión pública y los gastos sociales. Están seriamente amenazados la planta productiva y el empleo. Confrontamos así el más alto desempleo abierto de los últimos años. Los mexicanos de menores ingresos tienen crecientes dificultades para satisfacer necesidades mínimas de subsistencia.

[…] una profunda recesión está en ciernes. Hay guerras comerciales, incluso entre aliados […] Altas tasas de interés. El desplome de los precios de las materias primas y el alza en los productos industriales producen la insolvencia de numerosos países. Vivimos una situación de emergencia. No es tiempo de titubeos ni querellas; es hora de definiciones y responsabilidades. La situación es intolerable. No permitiremos que la patria se nos deshaga entre las manos…”

Estas fueron las condiciones sobre las cuales aterrizó el Heavy Metal a nuestro país. Luis Jasso, también conocido como “Chico Migraña” (periodista, blogger, manager) comentó acerca de la llegada del Metal a territorio mexicano durante una entrevista realizada en las instalaciones del Circo Volador, Centro de Arte y Cultura:

“Debe de haber habido por ahí algunas bandas de las que no tenemos mucho registro, pero yo creo que a principio de los 80 – que es cuando empezó a haber más bandas, en el norte del país, sobre todo – se puede hablar de la llegada de Luzbel como el parte aguas. Porque sí había una que otra banda antes que ellos, pero no habían trascendido. Y llegó Luzbel y como que todo mundo volteó y dijo “¡Ay! ¡Sí se puede hacer esto del Heavy Metal en México!”, porque empezaron a grabar discos, los firmó un sello internacional (WEA Reords)… Y de ahí fue empezar a crecer. Algunas otras bandas son como paralelas de la época, como Khafra, La Cruz de Tijuana…

Había como que un movimiento por ahí, pero creo que con Luzbel es la banda con la que puedes poner el dedo y decir “Ahí empezó” y nadie te va a decir “Ah, no mames. No sabes de lo que estás hablando”.”

Luzbel es una banda que se fundó en 1983 por el guitarrista Raúl Fernández Greñas y el bajista Antonio Morante. Durante 1981, Raúl Greñas estuvo en Inglaterra, donde formó parte de la alineación de la banda RED, la cual todavía alcanzó a ser parte de la escena underground del NWOBHM. RED sólo logró a materializar un demo con tres canciones, las cuales fueron remasterizadas e incluidas en el primer álbum de Luzbel, titulado “El Comienzo”. El cual fue grabado en 1983 y editado hasta 1997 bajo el sello discográfico de Cintas y Discos Denver, sello especializado en la escena del Rock independiente mexicano.


La Rebelión de los Desgraciados

¿Y cómo se daban a conocer en ese entonces las bandas de música independiente en México? ¿Los medios masivos de comunicación ofrecían una oportunidad a la música alternativa en sus programaciones y publicaciones? Luis Jasso comenta al respecto:

“Era de boca en boca; por recomendaciones de alguien que había ido a una tocada. Porque las tocadas así de 200 bandas a 50 pesos han existido toda la vida. Bueno, no 200 bandas. Pero ya sabes que siempre está Luzbel, Next, Sam Sam…

O también buscando. Porque ya existían las bandas españolas y argentinas. Ya buscabas material de Ángeles del Infierno o bandas así. Entonces por buscarlas, terminabas encontrando cosas de las bandas mexicanas.

En aquel entonces Televisa era menos ñoño, así que había programas en los que invitaban bandas de Metal. En el Canal 11 también. Pero seguía siendo algo muy subterráneo. Muy por recomendaciones e intercambiando cassettes: alguien te grababa una canción y si te gustaba, entonces ibas y buscabas el disco. Ya existía el Chopo, que no estaba en donde está ahorita… Era de irte a meter a los lugares en donde sabías que hacían tocadas, como en el Hip 70 o el Ágora, que era una librería. También era la época en la que había muchas fanzines, muchas revistas, entonces ellos eran los que le daban difusión a las bandas.”

Ya que fue – y en justa razón – sacado a colación, es pertinente mencionar qué es el Chopo. El Tianguis Cultural del Chopo es un espacio autónomo de comercio que tiene, como principal objetivo, difundir música subterránea, sobre todo en cuanto al Rock se refiere. Existe un libro de Abraham Ríos Manzano titulado Tianguis Cultural del Chopo: Una larga Jornada que en una de sus páginas da cuenta del surgimiento de este casi santuario de la música independiente en relación con la historia de México que se estaba desenvolviendo durante ese momento:

“La cerrazón y el conservadurismo de la época, de la derecha e izquierda políticas, de la familia y el estado, también de empresarios y promotores, sepultaron durante décadas las iniciativas de difusión, creación y cimentación de las propuestas juveniles y a todo lo que oliera a cuestionamiento o alternativa cultural. La fuerza del Estado y la docilidad empresarial (recompensada con creces por su obediencia), cerraron filas para combatir el embate juvenil.

En este desierto, la convocatoria hecha por el Museo Universitario del Chopo, en la segunda mitad de 1980 para reunir en su espacio a músicos, coleccionistas, productores y toda la banda interesada en el rock, jazz y sonidos afines, para intercambiar, distribuir y vender discos y lo relacionado con la música, tendría por fuerza que entusiasmar a los jóvenes rockeros de la Ciudad de México de principios de los ochenta.

El sábado 4 de octubre de 1980, un recinto de la UNAM, el Museo Universitario del Chopo abrió sus puertas a una singular actividad cultural, el Primer Tianguis de Publicaciones Culturales y Discos, que con el tiempo seria ampliamente conocido como el Tianguis Cultural del Chopo.”


En el Filo de la Oscuridad

Aunque el Heavy Metal sea un género con raíces ajenas a México, es inevitable que éste adopte ciertas tendencias en cuanto a sonido y en cuanto a lo que se busca expresar en cada tema dependiendo del contexto que se vive día a día en el país.

“México, históricamente, siempre se ha cargado al extremo”, afirma Luis Jasso. “Aquí las bandas monstruo así de (sonidos guturales) abundan y han abundado siempre. Y la temática siempre ha sido la misma que en el Metal en general, que es el descontento social, la furia adolescente, la angustia, la anti-religión, el anti-gobierno. Que a lo mejor lo que tiene de característico el Metal en México es que algunas bandas usan la tradición prehispánica para escribir sus letras. O sea, en vez de buscarse una leyenda nórdica, se buscan una leyenda maya o azteca.”

Otro elemento característico en la temática del Metal tanto mexicano como mundial es el de generar un sentimiento de comunidad. De hacerle saber al resto de los metaleros que no tienen porqué sentirse excluidos por ser diferentes, por pensar en contra de lo que la mayoría de las personas predica, que existe un lugar al que pueden pertenecer.

Desde sus inicios, se ha propagado un estigma hacia el estereotipo del metalero – de drogadicto, bebedor, violento e inclusive adorador de Satanás – que no ha permitido que los medios de comunicación le otorguen un espacio al Metal para que éste pueda difundirse. Es más, este mismo fenómeno también se da entre las empresas. Por ejemplo, los conciertos de Iron Maiden suelen no tener preventas con los bancos Banamex ya que la compañía prefiere no vincular a una banda de música “del diablo” con su imagen de banco familiar.

Para concluir este breve recorrido a lo largo de la historia del Heavy Metal en México que se ha ido escribiendo con los medios que encuentra a su alcance y que no ha dejado de escribirse, se quedará a manera de conclusión una última reflexión de Luis Jasso que es más que acertada proviniendo de alguien que ha dedicado años de su vida a la difusión de la música alternativa en el país: “México es un país más rockero de lo que parece.”

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