Así que aquí primero les comparto la versión 1.0, la que está más enfocada al pasado. La entrada siguiente será la versión 2.0, que es la que abarca lo más actual.
METAL AZTECA
Reportaje acerca del Heavy Metal actual en México
por Pandora
“No
voy a oír más quejas, hoy quiero mi libertad.
Voy a volar muy alto y las cadenas cortar.
Problemas y más problemas,
Voy a volar muy alto y las cadenas cortar.
Problemas y más problemas,
hoy no
los voy a escuchar.
Sé que
esta noche es nuestra
y te
tengo que conquistar”
Rompiendo Cadenas – Cristal Y Acero
México es un país metalero. Pero
debido a diversos factores – como la falta de apoyo por parte de los medios
masivos de comunicación e incluso los prejuicios que existen hacia este género
– se trata de una escena musical que no ha podido desarrollar todo su potencial
de manera libre y sin discriminación.
Según la lista Billboard publicada en
la semana del 23 de marzo del 2013, entre las diez canciones más escuchadas en
la radio figuran temas de la Banda el Recodo de Cruz Lizárraga, Intocable, La
Arrolladora Banda El Limón de René Camacho, Pesado… por mencionar algunas.
Ejemplos como el anterior dan una idea de las tendencias musicales que más se
siguen en México. Y, siguiendo esta línea de pensamiento, el Heavy Metal se encuentra en el lado del
todo opuesto a ellas.
Es pertinente
hacer la observación de que, si bien el uso de las nuevas tecnologías para la
información ha logrado ofrecer un campo para el apoyo de la música alternativa
e independiente, escribir acerca de las raíces del Heavy Metal – y sobre todo del mexicano – no es una tarea sencilla.
Fijar el punto
exacto de inicio de cualquier género musical es complicado, ya que abundan las
diferentes opiniones tanto de expertos como de seguidores. Es así como se
pueden encontrar diversos textos, lecturas, entrevistas e incluso videografía
acerca de los orígenes del Heavy Metal,
pero cada uno con sus puntos coincidentes y disyuntivas. Es con esas
coincidencias como se puede conocer una historia general acerca de lo que
sucedió.
I am Iron Man
¿Qué es el Heavy Metal? Es un género musical
derivado del Rock, entre cuyas
características principales se encuentran el uso de instrumentos distorsionados,
solos de guitarra y voces que van desde los límpidos agudos hasta las
vociferaciones guturales, todo en conjunto para crear un sonido potente y
agresivo. Este género se vio nacer en Inglaterra y Estados Unidos, pero en la
actualidad se puede encontrar en prácticamente cualquier parte del globo.
Existen
infinidad de versiones acerca de cuál banda o bandas fueron los padres del Heavy Metal; se habla de Iron Butterfly,
UFO, Alice Cooper… Incluso hay quienes sostienen que el tema Helter Skelter de The Beatles fue la
primera canción con indicios de Metal. Pero la mayor rebanada del crédito se la
reparten entre Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath. Siendo éstos últimos
los que se llevan el tercio más grande.
Black Sabbath es
una banda proveniente de la Inglaterra de 1969. Son considerados los creadores
por excelencia del Heavy Metal ya que
ellos reúnen los elementos más característicos del género, como son el uso de
canciones basadas en riffs (conjuntos
de notas que se repiten a menudo dentro de un tema musical) a volúmenes
extremos y letras que evocan temas demoniacos y oscuros.
Desde ese
momento, el Heavy Metal no dejó de
evolucionar: se expuso a una serie de mutaciones y se ramificó en los diversos
subgéneros que ahora posee y que se siguen generando. Durante la segunda mitad
de 1970 surgió la llamada New Wave Of British Heavy Metal (NWOBHM) que aportó
un nuevo tipo de energía al género con legendarias agrupaciones como Judas
Priest, Iron Maiden y Saxon.
La década de los
ochentas trajo consigo un abanico de nuevas posibilidades; todas ellas muy
variadas entre sí pero manteniendo la esencia de lo que es el Heavy Metal. Aparecieron, por mencionar
algunos ejemplos, el Thrash, con su
rapidez y su agresividad; el Glam,
con sus pegajosas melodías con influencia del Hard Rock y el Pop; el Death, con el uso de guturales y
guitarras altamente distorsionadas; y el Black,
también con un sonido distorsionado y con una fuerte postura anti-religiosa.
Y también fue
durante el año de 1980 cuando el Heavy
Metal llegó a tierra mexicana.
Lluvia de Metal
El panorama
mexicano durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (presidente de
México de 1982 a 1988) mostraba un futuro y un presente marcado por la
incertidumbre y la crudeza de la situación, tal y como lo expresó durante su
discurso de toma de posesión:
“México se
encuentra en una grave crisis. Sufrimos una inflación que alcanza este año casi
el 100% […] Tenemos una deuda que alcanza una proporción desmesurada, cuyo
servicio impone una carga excesiva al presupuesto y desplaza recursos de la
inversión pública y los gastos sociales. Están seriamente amenazados la planta
productiva y el empleo. Confrontamos así el más alto desempleo abierto de los
últimos años. Los mexicanos de menores ingresos tienen crecientes dificultades
para satisfacer necesidades mínimas de subsistencia.
[…] una profunda
recesión está en ciernes. Hay guerras comerciales, incluso entre aliados […]
Altas tasas de interés. El desplome de los precios de las materias primas y el
alza en los productos industriales producen la insolvencia de numerosos países.
Vivimos una situación de emergencia. No es tiempo de titubeos ni querellas; es
hora de definiciones y responsabilidades. La situación es intolerable. No
permitiremos que la patria se nos deshaga entre las manos…”
Estas fueron las
condiciones sobre las cuales aterrizó el Heavy
Metal a nuestro país. Luis Jasso, también conocido como “Chico Migraña”
(periodista, blogger, manager) comentó acerca de la llegada
del Metal a territorio mexicano durante una entrevista realizada en las
instalaciones del Circo Volador, Centro de Arte y Cultura:
“Debe de haber
habido por ahí algunas bandas de las que no tenemos mucho registro, pero yo
creo que a principio de los 80 – que es cuando empezó a haber más bandas, en el
norte del país, sobre todo – se puede hablar de la llegada de Luzbel como el
parte aguas. Porque sí había una que otra banda antes que ellos, pero no habían
trascendido. Y llegó Luzbel y como que todo mundo volteó y dijo “¡Ay! ¡Sí se
puede hacer esto del Heavy Metal en
México!”, porque empezaron a grabar discos, los firmó un sello internacional
(WEA Reords)… Y de ahí fue empezar a crecer. Algunas otras bandas son como
paralelas de la época, como Khafra, La Cruz de Tijuana…
Había como que
un movimiento por ahí, pero creo que con Luzbel es la banda con la que puedes
poner el dedo y decir “Ahí empezó” y nadie te va a decir “Ah, no mames. No
sabes de lo que estás hablando”.”
Luzbel es una
banda que se fundó en 1983 por el guitarrista Raúl Fernández Greñas y el
bajista Antonio Morante. Durante 1981, Raúl Greñas estuvo en Inglaterra, donde
formó parte de la alineación de la banda RED, la cual todavía alcanzó a ser
parte de la escena underground del NWOBHM.
RED sólo logró a materializar un demo con tres canciones, las cuales fueron
remasterizadas e incluidas en el primer álbum de Luzbel, titulado “El Comienzo”.
El cual fue grabado en 1983 y editado hasta 1997 bajo el sello discográfico de
Cintas y Discos Denver, sello especializado en la escena del Rock independiente mexicano.
La Rebelión de los Desgraciados
¿Y cómo se daban
a conocer en ese entonces las bandas de música independiente en México? ¿Los medios
masivos de comunicación ofrecían una oportunidad a la música alternativa en sus
programaciones y publicaciones? Luis Jasso comenta al respecto:
“Era de boca en
boca; por recomendaciones de alguien que había ido a una tocada. Porque las
tocadas así de 200 bandas a 50 pesos han existido toda la vida. Bueno, no 200
bandas. Pero ya sabes que siempre está Luzbel, Next, Sam Sam…
O también
buscando. Porque ya existían las bandas españolas y argentinas. Ya buscabas
material de Ángeles del Infierno o bandas así. Entonces por buscarlas,
terminabas encontrando cosas de las bandas mexicanas.
En aquel
entonces Televisa era menos ñoño, así que había programas en los que invitaban
bandas de Metal. En el Canal 11 también. Pero seguía siendo algo muy
subterráneo. Muy por recomendaciones e intercambiando cassettes: alguien te grababa una canción y si te gustaba, entonces
ibas y buscabas el disco. Ya existía el Chopo, que no estaba en donde está
ahorita… Era de irte a meter a los lugares en donde sabías que hacían tocadas,
como en el Hip 70 o el Ágora, que era una librería. También era la época en la
que había muchas fanzines, muchas
revistas, entonces ellos eran los que le daban difusión a las bandas.”
Ya que fue – y
en justa razón – sacado a colación, es pertinente mencionar qué es el Chopo. El
Tianguis Cultural del Chopo es un espacio autónomo de comercio que tiene, como principal
objetivo, difundir música subterránea, sobre todo en cuanto al Rock se refiere.
Existe un libro de Abraham Ríos Manzano titulado Tianguis Cultural del Chopo: Una larga Jornada que en una de sus
páginas da cuenta del surgimiento de este casi santuario de la música
independiente en relación con la historia de México que se estaba desenvolviendo
durante ese momento:
“La cerrazón y el conservadurismo de
la época, de la derecha e izquierda políticas, de la familia y el estado,
también de empresarios y promotores, sepultaron durante décadas las iniciativas
de difusión, creación y cimentación de las propuestas juveniles y a todo lo que
oliera a cuestionamiento o alternativa cultural. La fuerza del Estado y la
docilidad empresarial (recompensada con creces por su obediencia), cerraron
filas para combatir el embate juvenil.
En este desierto, la convocatoria
hecha por el Museo Universitario del Chopo, en la segunda mitad de 1980 para
reunir en su espacio a músicos, coleccionistas, productores y toda la banda
interesada en el rock, jazz y sonidos afines, para intercambiar, distribuir y
vender discos y lo relacionado con la música, tendría por fuerza que
entusiasmar a los jóvenes rockeros de la Ciudad de México de principios de los
ochenta.
El sábado 4 de octubre de 1980, un
recinto de la UNAM, el Museo Universitario del Chopo abrió sus puertas a una
singular actividad cultural, el Primer Tianguis de Publicaciones Culturales y
Discos, que con el tiempo seria ampliamente conocido como el Tianguis Cultural
del Chopo.”
En el Filo de la Oscuridad
Aunque el Heavy Metal sea un género con raíces ajenas a México, es inevitable
que éste adopte ciertas tendencias en cuanto a sonido y en cuanto a lo que se
busca expresar en cada tema dependiendo del contexto que se vive día a día en
el país.
“México, históricamente, siempre se
ha cargado al extremo”, afirma Luis Jasso. “Aquí las bandas monstruo así de
(sonidos guturales) abundan y han abundado siempre. Y la temática siempre ha
sido la misma que en el Metal en general, que es el descontento social, la
furia adolescente, la angustia, la anti-religión, el anti-gobierno. Que a lo
mejor lo que tiene de característico el Metal en México es que algunas bandas
usan la tradición prehispánica para escribir sus letras. O sea, en vez de
buscarse una leyenda nórdica, se buscan una leyenda maya o azteca.”
Otro elemento característico en la
temática del Metal tanto mexicano como mundial es el de generar un sentimiento
de comunidad. De hacerle saber al resto de los metaleros que no tienen porqué
sentirse excluidos por ser diferentes, por pensar en contra de lo que la
mayoría de las personas predica, que existe un lugar al que pueden pertenecer.
Desde sus inicios, se ha propagado un
estigma hacia el estereotipo del metalero – de drogadicto, bebedor, violento e
inclusive adorador de Satanás – que no ha permitido que los medios de
comunicación le otorguen un espacio al Metal para que éste pueda difundirse. Es
más, este mismo fenómeno también se da entre las empresas. Por ejemplo, los
conciertos de Iron Maiden suelen no tener preventas con los bancos Banamex ya
que la compañía prefiere no vincular a una banda de música “del diablo” con su
imagen de banco familiar.
Para concluir este breve recorrido a
lo largo de la historia del Heavy Metal
en México que se ha ido escribiendo con los medios que encuentra a su alcance y
que no ha dejado de escribirse, se quedará a manera de conclusión una última
reflexión de Luis Jasso que es más que acertada proviniendo de alguien que ha
dedicado años de su vida a la difusión de la música alternativa en el país:
“México es un país más rockero de lo que parece.”
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